
Caminar, aprender, compartir
- On 8 febrero, 2017
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Parece que ciertos bailes tradicionales son curativos.
¿Y caminar en compañía, a un ritmo diferente del habitual?
Hace no mucho era muy común salir a dar una vuelta por el barrio en compañía y “Hablar de tus cosas” tranquilamente. Eso es lo que hice con la artista Clara Nubiola. La invité a pasear por Sants. Me gusta conocer personas que intentan explicar el mundo a través de sus pasos. Aprendo de lo que dicen, de sus gestos, miradas, silencios y de como se mueven al andar. Compramos unas mandarinas en el puesto de payeses de la Mercè del Prat (Mercado de Hostafranc) y nos perdimos por las calles de mi barrio de manera tranquila. Me contó que es de carácter viejuno, que le gusta pasear y explorar. Antes de conocerla ví sus ilustraciones, proyectos artísticos y guías sobre el paisaje cotidiano. Me conectaron con su alma exploradora, observadora e indomable. La palabra “Indomable” la pronunció varias veces.
Caminando expresamos más que palabras: Compartir una conversación “Activa”, es decir con el cuerpo en movimiento, implica más zonas que el intelecto. Expresamos más que ideas, afloran nuestras intuiciones y conexiones un poco más profundas. Supongo a que es debido a que nuestra atención está más centrada en el camino y en el entorno. Sobre todo cuando no sabemos por donde vamos, cuando no tenemos el control o cuando bajamos la marcha. A eso lo llamo “Perderse para encontrarse”. Me llamó mucho la atención la repetición de “lo indomable”. Es un rasgo característico de cierta clase de caminantes y caminantas que de alguna manera se salen de la ruta establecida y se detienen a observar lo que les rodea para luego narrarlo. Vamos parando en ciertas calles donde da el sol. Es agradable. Luego de una hora andando ya no tenemos tanta necesidad de hablar. Nuestros pasos se igualan. Surge la confianza. Clara me enseña su libreta. Me muestra sus trazos espontáneos. Son pequeñas cartografía íntimas, libres, que no intentan representar lo exterior, sino expresar lo que hay dentro. Estoy leyendo a Arno Stern, sobre el dibujo infantil y la semiología de la expresión. Habla sobre la universalidad del trazo, que los niños que viven en países remotos y con otras costumbres diferentes a los de nuestra sociedad occidental, obedecen a los mismos impulsos y trazan las mismas formas. Los trazos de Clara me remiten a esa Memoria Orgánica que tenemos todos pero que han sido domesticadas y escondidas bajo capas de convencionalismo y formas. Ella ha vuelto al origen luego de una vuelta vital. Yo también quiero volver al origen. A lo simple y espontáneo. Por eso paseo y e invito a pasear en la ciudad.
Este Slow Walk con Clara Nubiola ha respondido a mi pregunta inicial. Caminar en compañía es bueno para la salud. Le pregunto a Clara cuál es su deseo para este 2017: “Sumar”. No hay mejor manera de definir lo que es compartir un paseo.